La Virgen de la
Candelaria llega a Huajicori
La Virgen de la
Candelaria llega a Huajico
Nuestra Señora de la Candelaria, advocación de la
Virgen María, surgió y se la empezó a venerar en Tenerife, España, isla
perteneciente a la Comunidad Autónoma de Canarias. Su nombre fue tomado de la
palabra “candela”, la luz que guía hacia el buen camino. La Virgen de la
Candelaria llegó a nuestro país durante la temprana ideologización de los
indios hacia la religión católica, en los primeros tiempos de las Colonia.
Una leyenda nayarita nos cuenta que en una ocasión,
una mujer india se encontraba en el río lavando ropa, tarea a la que la
acompañaban sus hijitos. El río estaba cerca de su pueblo Huajicori y de la Pila
de los Monos, un nacimiento de agua, famoso porque en él se encuentran
maravillosos petroglifos de origen huichol. En esas estaba la buena mujer
cuando vio que sobre el agua flotaba un cuastecomate, un bule. Ante la
aparición, la mujer envió a uno de sus niños a buscar a su esposo. Al poco
rato, el padre llegó con otros hombres. Presuroso, el hombre saco del agua el
cuastecomate. Cuando lo tuvo en la orilla, todos se dieron cuenta que dentro
estaba la imagen de una Virgen que era la de la Candelaria. Azorados, los
hombres no sabían de qué se trataba, aunque intuitivamente sabían que era un
acontecimiento milagroso. Como no sabían qué hacer, decidieron acudir a los
misioneros que se encontraban cerca del pueblo, a fin de que ellos aclarasen el
misterio. Los misioneros al ver la imagen, les dijeron a los indios coras que
se trataba de una virgen muy milagrosa que en España llevaba el nombre de
Virgen de la Candelaria. En seguida, los religiosos decidieron hacerle a la
divinidad una ermita, que luego se convirtió en parroquia, donde pudieran
adorarla el 2 de febrero, que era su día de celebración.
Desde entonces, la Virgen se venera en el pueblo de
Huajicori, Nayarit, -nombre que según cuenta la tradición proviene de huaji,
guaje o bule, y cori, cora; aunque lo más acertado es que la toponimia provenga
del término cora “huaxi-imi”, peyote; y de “huac”, mucho, lo que resultaría en
“donde hay mucho peyote”- los días 1,2 y 3 de febrero en el santuario que data
del siglo XVI, siglo en el que aconteció el milagro, a donde fue llevada por el
franciscano Francisco de Fuentes en 1626. En Huajicori se celebran procesiones,
rezos, cantos, bendición de candelas, quema de cuetes, y una romería en la que
no faltan los puestos de tamales y atole.
Sonia Iglesias y Cabrera
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